Unos aficionados del equipo alemán de tercera división, durante su partido con el Verl, se dedicaron a construir un castillo de vasos de plástico de los que usan para la cerveza

E n el deporte ocurre a veces que el espectáculo se sustituye por elementos externos o por el propio espectáculo que dan los aficionados, en detrimento de lo deportivo. En cualquier caso, los aficionados del Dinamo de Dresden enseñaron al mundo del fútbol que ir a un estadio no es ir necesariamente a ver fútbol y que habría que poner más veces el foco en el ingenio de los hinchas.

Dos de los aficionados del equipo teutón, que además militan en la 3º división del fútbol alemán, decidieron amenizar el partido que su equipo jugaba contra el Verl, montando un castillo con los vasos de plástico que se usan en los estadios alemanes para vender la cerveza. Cuando les quedaban dos filas para finalizar la obra, el aficionado encargado de colocar los recipientes de plástico, no llegaba hasta la cima, por lo que otro aficionado tuvo que montarse ne la valla donde se colocaba la estructura.

Mientras el aficionado se subía en la valla, el otro lo agarraba y el público lo vitoreaba. Cuando fue a colocar el vaso restante, las estructura cedió ante el desequilibrio de los recipientes, ante la decepción y las risas del público.

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