El Policloruro de Vinilo, más conocido como PVC, es un termoplástico utilizado cada vez más en diferentes aplicaciones. Tiene una larga vida útil, resistencia a la humedad y a los rayos ultravioleta, muy baja inflamabilidad y bajo peso, además de ser reciclable. Estas características lo hacen una opción fiable, que sumado a su gran versatilidad lo transforma en un insumo utilizado por una amplia y variada cantidad de industrias.
Uno de los principales productores de PVC en nuestra región es Unipar, que fabrica -entre otros productos- resinas de PVC, tanto sea en su presentación emulsión (PVC-E) como suspensión (PVC-S). Si bien ambas presentaciones se destinan a diferentes procesos productivos, el mercado argentino de PVC-S es superior, con alrededor de 130 mil toneladas por año, en comparación a las 5 mil toneladas por año de PVC-E en circulación. Desde su fábrica de Bahía Blanca con capacidad instalada de 180mil toneladas, Unipar abastece a clientes de Argentina y países limítrofes.
El PVC es una opción muy usada para la construcción civil porque aporta seguridad, alta durabilidad y resistencia, acelerando los tiempos y reduciendo el costo de las obras. También funciona como un buen aislante térmico que permite preservar la temperatura en el interior de un ambiente mucho más que otros materiales, lo que favorece el ahorro energético.
Este material se utiliza en tuberías y ductos para agua, gases, o conductores eléctricos o de comunicación; aislación de cables eléctricos; perfiles para puertas y ventanas; recubrimientos y membranas aislantes de suelos y techos; pisos; revestimiento para paredes; cielorrasos; perfilería en general (zócalos, burletes, cubre cables, molduras, etc.); paneles divisorios, techos o ventanales rígidos y mamparas transparentes u opacas; toldos y parasoles; piletas de natación y grifería.
Además, sirve de materia prima para muchas empresas, que confeccionan desde recipientes y artículos para el hogar, hasta juguetes, blísteres de medicamentos, productos hospitalarios o tejidos de la industria textil.
Eliminar todo el uso de plásticos de manera drástica es inviable para la sociedad actual, pero existen alternativas que permiten modernizar el circuito productivo y utilizar opciones más durables y con mejor capacidad de recuperación, poniendo en funcionamiento un modelo de economía circular, en el que todo lo generado se reutiliza. El PVC es protagónico en esta cuestión, se consolida como una opción accesible y segura gracias a Unipar.
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