Uno de los paneles expuestos. / A. de Torre

Las vallas de publicitarias de la ciudad ¿de quién son?». Con esta pregunta, realizada en otoño de 2019 por el artista Gonzalo Borondo a la concejala de Cultura, Gina Aguiar, empezó a gestarse el proyecto 'Insurrecta', inaugurado ayer y que estará presente en las afueras de Segovia hasta abril de 2021.

La exposición sirve para conmemorar el 500 aniversario de la Revuelta Comunera en Segovia y lo hace a través de 32 vallas publicitarias, repartidas en 17 localizaciones diferentes y divididas en cinco capítulos diferentes. «Se trata de una exposición que propone una visión contemporánea de la revuelta comunera, profundizando en el concepto de rebeldía como lucha contra lo preestablecido, contra las imposiciones», indicó la alcaldesa de la ciudad, Clara Luquero, quien celebró que la «exposición al aire libre» de Borondo haya conseguido ya uno de sus objetivos al generar «curiosidad y expectación» entre los vecinos de Segovia. « Ya hemos empezado a propiciar la reflexión, a pellizcar sensibilidades, que es algo fundamental en el tiempo en el que vivimos, que debe ser de preguntas y de cuestionamientos». Además, la regidora subrayó que la idea de una exposición al aire libre, pensada antes de la pandemia, «encaja perfectamente» con la situación actual al no generar aglomeraciones en espacios cerrados.

Aunque la interpretación histórica que Borondo hace de la revuelta comunera es el tema principal de 'Insurrecta', la exposición tampoco es ajena a la crisis del coronavirus. De hecho, cuando el artista ya tenía definidas sus obras, la pandemia le empujó a rehacer el proyecto. «No puedo mostrar unas obras insensibles a lo que la sociedad está viviendo», le dijo Borondo a Gina Aguiar hace tan solo unos meses. Se encerró entonces en su casa y «aparecieron los animales, las metáforas, los materiales y el nuevo hilo conductor» del proyecto, culminado en la antigua cárcel de Segovia, lugar en el que se empezaron a intervenir las lonas de 24 metros cuadrados colocadas en los soportes publicitarios de la ciudad.

El resultado «más que satisfactorio» de Insurrecta –que ha contado con un presupuesto cercano a los 40.000 euros– lleva a la alcaldesa, Clara Luquero, a dejar abierta la puerta a proyectos similares en las vallas publicitarias municipales, cuya explotación finalizó en 2018. «Me encantaría usarlas exclusivamente para el arte. No es una idea descabellada. El concepto de que el arte sale al encuentro del ciudadano me seduce».

La exposición, según explicó Borondo, está formada por obras relacionadas entre sí aunque estén realizadas con diferentes técnicas. «Componen un recorrido único que hace referencia a distintos pasajes históricos», subrayó el artsita, quien recomienda visitar las 32 vallas en bicicleta y con uno de los mapas distribuidos en dependencias municipales en los que se explica cada una de las obras.

« He utilizado esa metáfora de la naturaleza y el paisaje como elemento subversivo, que siempre nos ha acompañado y que ha sido nuestro sustento. Me parece una buena manera de hablar de esos conflictos entre el ser humano y su entorno», declaró. « Cada obra se ha ido creando para que la exposición fuera más rica y no pareciera una campaña publicitaria. Quería que cada obra fuera única, especial y diferente y alentara a los ciudadanos a seguir viendo las siguientes», concluyó.

Insurrecta consta de 32 vallas publicitarias repartidas en 17 localizaciones diferentes, situadas en las inmediaciones del Hospital General, la carretera de San Rafael, la carretera de La Granja, el polígono de Hontoria y la carretera de Valladolid. Su instalación se ha realizado durante el último mes con el trabajo de más de quince personas.